El término híbrido evoca muchas imágenes: desde especies vegetales híbridas hasta automóviles híbridos y, algo más cercano, arquitecturas de infraestructuras digitales híbridas. La palabra evoca la mezcla de una cosa con otra. Tal vez sea la genética o los tipos de combustible, o en el caso de las TI, un elemento fundamental del diseño arquitectónico. El resultado suele estar en el medio, no necesariamente una cosa ni la otra, sino algo nuevo.
Pensemos por un momento en el coche eléctrico híbrido (PHEV por sus siglas en inglés). Los automóviles híbridos funcionan con combustibles fósiles convencionales a través de motores de combustión interna y con motores eléctricos basados en baterías. La combinación de ambos sistemas de propulsión tiene ventajas y desventajas. Un coche eléctrico híbrido es comparativamente eficiente en cuanto a combustible y proporciona una flexibilidad operativa única. Puede funcionar tanto con gasolina como con electricidad. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta flexibilidad, los PHEV necesitan el apoyo de una infraestructura de recarga eléctrica sólida a nivel nacional o al menos regional. Hasta entonces, las ventajas operativas de los coches eléctricos híbridos se limitan en gran medida a los desplazamientos locales y se pierden en la conducción de larga distancia. Sin embargo, en algún momento, la transición a los coches exclusivamente eléctricos es inevitable y los coches de gasolina ya no tendrán cabida. Por el momento, los coches eléctricos híbridos representan una situación conciliatoria que avanza en la dirección de la energía eléctrica, a la vez que reconoce los límites logísticos del mundo real.
Puede establecerse una analogía entre un coche híbrido y la “migración puntual” de una infraestructura de TI física tradicional/heredada que evoluciona hacia una infraestructura digital moderna. De la misma manera, es imposible saltar directamente a una infraestructura virtual basada en la nube, desde un entorno de TI físico predominantemente heredado sin etapas intermedias. Sin embargo, si su infraestructura de TI no se integra en el mundo digital contemporáneo, estará en desventaja competitiva con respecto a sus pares.
IDC - A Blueprint for DX Success—Start with Hybrid Infrastructure and Connected Ecosystems
Creating an agile, resilient organization through digital transformation remains a top priority, but most organizations struggle to reach the more advanced, mature stages. Read this IDC white paper to learn how organizations can accelerate, enhance, and ultimately benefit from a digital infrastructure strategy that is anchored in hybrid infrastructure and connected ecosystems.
Learn MoreEl camino por seguir: infraestructura digital híbrida multicloud
Las arquitecturas híbridas multicloud representan el mejor camino para hacer frente a un panorama de infraestructuras que cambia rápidamente. Le permite gestionar procesos heredados de uso intensivo de datos y, al mismo tiempo, adoptar nuevos esquemas de datos “nacidos en la nube”.
En un informe reciente de IDC, patrocinado por Equinix, titulado “Modelo para el éxito de la DX: Empiece con la Infraestructura Híbrida y los Ecosistemas Conectados“, los analistas de IDC decían esto sobre la importancia de los entornos híbridos multicloud: “Con pocas excepciones, la mayoría de las empresas que buscan dar soporte a sus futuras aplicaciones de negocio, necesitarán desplegar una infraestructura digital híbrida”
Hay cuatro aspectos importantes específicos de su infraestructura de datos y aplicaciones, que merecen un análisis minucioso a la hora de evaluar las posibles ventajas de las soluciones híbridas en la nube para su entorno de TI:
- Implementaciones físicas vs. virtuales: Aprovechar una solución híbrida multicloud implica determinar qué elementos de su entorno requieren implementaciones de hardware físico dedicadas. Un despliegue físico bien ejecutado puede tardar hasta tres meses en instalarse, probarse y ponerse en funcionamiento. La opción sería el despliegue “virtual”, que presenta una serie de funciones, como redes definidas por software (SDN), capacidades de computación y almacenamiento, así como aplicaciones de edge (apps) que pueden desplegarse en cuestión de días. Elegir entre una solución de hardware dedicada y una solución virtual depende de una serie de consideraciones, como los requisitos específicos de propiedad de los datos, rendimiento de las aplicaciones y seguridad.
- Soluciones públicas vs. privadas: las conversaciones sobre arquitecturas de cargas de trabajo híbridas tienden a hacer hincapié en la migración a la nube. Y esto tiene su razón de ser. Todas las organizaciones se enfrentan a la cuestión de cómo migrar de forma óptima las funciones de TI a la nube, ya que las aplicaciones críticas para el negocio están evolucionando en entornos de nube y los recursos basados en la nube están creciendo a un ritmo acelerado. Este entorno cambiante está presionando a las organizaciones de TI para que se adapten. Un enfoque híbrido presenta beneficios genuinos para cualquier empresa que busque optimizar las implementaciones privadas/públicas. dDe este modo, obtiene una mayor agilidad (por ejemplo, mediante la implementación de estrategias virtuales para aplicaciones emergentes), pero también conserva la seguridad de la gestión de los sistemas heredados a través de los recursos de la nube privada.
- Desarrollo autónomo vs. soluciones estándar del sector basadas en el ecosistema (OTS por sus siglas en inglés): la elección entre el desarrollo interno y las soluciones OTS se reduce al análisis del coste del desarrollo interno frente a factores como las posibles limitaciones normativas y los requisitos específicos de seguridad de los datos. Cada vez resulta más inviable mantener el tipo de desarrollo necesario para gestionar eficazmente entornos informáticos complejos. Además, es esencial adoptar un enfoque de panel único para gestionar un mundo híbrido. De lo contrario, la interacción de elementos físicos, virtuales, heredados, basados en la nube, privados y públicos puede resultar abrumadoramente compleja. Si no se adopta un enfoque coherente y completo para gestionar la infraestructura, es posible que se ralentice la transformación digital. Eso puede complicarse aún más por el gran número de partners, los distintos niveles de servicio y las diferentes formas de acceder a los recursos.
- Implementaciones edge versus implementaciones centrales: un paso esencial a la hora de evaluar cómo implementar la multicloud híbrida, consiste en determinar qué aplicaciones y servicios deben ejecutarse de forma centralizada y cuáles en el edge. Algunas aplicaciones pueden requerir que el almacenamiento de datos permanezca centralizado en las instalaciones por motivos de privacidad y protección o para reducir los costes de salida de la nube, pero aún así necesitan un acceso rápido a los análisis basados en la nube o a otras aplicaciones de varias nubes. Estos requisitos pueden ser más adecuados para una solución central, adyacente a la nube. Por el contrario, es posible que usted tenga una necesidad que incluya muchos elementos distribuidos. Por ejemplo: oficinas remotas, trabajadores y recursos de datos que aprovechan una solución de integración de escritorios virtuales (VDI) o puede dar soporte a una red IoT de vehículos autónomos o a una aplicación de control de tráfico regional. Estas situaciones podrían estar mejor servidas por un enfoque de edge que conecte directamente con los servicios de múltiples nubes. Las organizaciones se enfrentan al problema vital de gestionar simultáneamente elementos de infraestructura central y distribuida. Vale la pena examinar más de cerca estos contrastantes requerimientos.
Pensemos en dos situaciones de almacenamiento en las que una implementación híbrida presenta la oportunidad de optimizar diferentes requisitos de implementación de almacenamiento. En situaciones en las que se requiere una interconectividad local de alto rendimiento con la nube, el almacenamiento situado en una ubicación central que implemente un enfoque adyacente a la nube sería rentable y de rendimiento adecuado. En otras situaciones se podría optar por un enfoque de menor tamaño. Un escenario en el que todos los procesos sean locales se adaptaría mejor a una solución de almacenamiento virtual adyacente al edge. Este enfoque adyacente al edge podría incluir una aplicación de inteligencia artificial (IA) o de procesamiento informático local. Pensemos en un avión de transporte aéreo, que suele descargar terabytes de datos de vuelo al aterrizar. Esos datos podrían dirigirse localmente a un recurso adyacente al edge, donde podrían recibir un procesamiento inicial y ser almacenados temporalmente, y luego sólo los datos procesados y resumidos se retransmitirían a un data center central para su posterior análisis y archivo.
Ejemplo de infraestructura híbrida multicloud que ilustra los escenarios centrales y edge
La infraestructura híbrida llegó para quedarse
No se puede ocultar. Alguna forma de infraestructura digital híbrida multicloud forma parte de su futuro, si es que ya no forma parte de su presente. Es imperativo que los líderes digitales aprovechen las oportunidades que ofrece la multicloud híbrida. Un enfoque híbrido puede permitirle integrar elementos físicos y virtuales en un entorno mixto que aproveche las ventajas de ambos.
Una arquitectura híbrida multicloud logra esta integración dentro del contexto de una única plataforma que puede hacer frente a un entorno heterogéneo y que es capaz de soportar servicios virtuales y de colocación. Este enfoque integrado le permite acceder a múltiples ecosistemas digitales y empresariales, ya sea física o virtualmente. La clave es implementar una plataforma simplificada que no comprometa la confiabilidad, la seguridad o el control y que sea entregada por una organización que entienda esta complejidad.
Todas las organizaciones de TI de las empresas enfrentan el mismo desafío: migrar de diseños de infraestructura de TI heredados a entornos de carga de trabajo modernos y centrados en la nube. La plataforma global de Equinix incorpora el conjunto adecuado de capacidades para este reto. Posibilitamos que las empresas accedan fácilmente a los bloques de construcción de infraestructura digital de Equinix y de otros partners fundamentales que simplifican la selección, el despliegue y la orquestación de la TI híbrida, al tiempo que aprovechan nuestro historial demostrado de confiabilidad y rendimiento inigualables. Las distintas alternativas de infraestructura digital en Equinix® Platform como Equinix Fabric™, Network Edge y Equinix Metal™, capitalizan las capacidades virtuales emergentes en el edge y juntas simplifican el acceso y la integración de la creciente multiplicidad de ecosistemas de proveedores y partners a través de una interconexión privada directa y segura.
Para saber más sobre cómo la infraestructura digital híbrida multicloud encaja en una transformación digital acelerada, descargue el informe de IDC “Modelo para el éxito de la DX: Empiece con la Infraestructura Híbrida y los Ecosistemas Conectados”